Por los frutos los conocereis. Si a ver vamos, todo lo que vemos, anda mal. La familia, las parejas, las empresas, las comunidades. Todas han dejado de ser laboratorios de aprendizajes para convertirse en instancias para el maltrato, el abandono y la ignorancia. Y con esas tres culturas sobre nuestras espaldas los frutos que hemos obtenido son: una comunidad deshumanizada, políticos mediocres y gobiernos corruptos, ciudadanos apáticos, profesionales poco éticos. Por suerte, todavía contamos con reservas para el cambio. ¿Qué hacer para organizarnos de diferente manera, para ser solidarios unos con otros, para vivir con un estilo diferente? . Si partimos del contacto, de la autoestima, del significado de lo que hacemos, podríamos construir una comunidad solidaria, familias trianguladas, ciudadanos comprometidos, instituciones robustas. Para eso sirve la red.
Una red es un sistema de contactos. Cada uno haciendo contacto con el otro, bajo ciertas premisas: el otro es importante, cada uno hace su contribución, cada uno es responsable, todos somos iguales y todos merecemos respeto y atención. Una sociedad donde ya no hay culpables sino responsables...sería un paraíso. Nos organizaríamos de distinta manera, se acabarían los protagonismos, seríamos todos aliados, tendríamos más confianza y seríamos mas capaces de solucionar nuestros problemas sin tener que elegir a intermediarios para que manejen nuestros intereses. La comunidad despertará cuando la familia despierte, cuando el ciudadano se empodere y cuando cada quien sienta que puede ser lo que es. Cada quien tiene que hacer su propia contribución para comenzar un nuevo orden.
Una red es un sistema de contactos. Cada uno haciendo contacto con el otro, bajo ciertas premisas: el otro es importante, cada uno hace su contribución, cada uno es responsable, todos somos iguales y todos merecemos respeto y atención. Una sociedad donde ya no hay culpables sino responsables...sería un paraíso. Nos organizaríamos de distinta manera, se acabarían los protagonismos, seríamos todos aliados, tendríamos más confianza y seríamos mas capaces de solucionar nuestros problemas sin tener que elegir a intermediarios para que manejen nuestros intereses. La comunidad despertará cuando la familia despierte, cuando el ciudadano se empodere y cuando cada quien sienta que puede ser lo que es. Cada quien tiene que hacer su propia contribución para comenzar un nuevo orden.